Hoy ví una pequeña
durmiendo en el hombro
de su madre.
Qué coraje
los ojos cerrados
los autos de aquí para allá.
El sosiego de la niña
el caos de la ciudad.
Recordé a mi madre
también me cargaba así
ella
brazos firmes
yo
con mi cuerpo blando
arqueado, entregado
arrullado por el barullo
del tránsito.
Nunca más
confié en alguien
así.